domingo, 20 de junio de 2010

LOS IDEALISTAS

Nadie creyó, en un principio, que la profecía de la extinción de los sueños se cumpliría, pero ésta, bajo su sombra, asolaba conciencias dormidas.

Nosotros, buscábamos entre los escombros de la vigilia, restos olvidados que reflejasen nuestros sueños. Cuando teníamos unos pocos, traficábamos con ellos en el mercado de una noche sin su día. En poco tiempo, comenzaron a suceder sucesos extraños, encuentros imposibles, y, ante estas insólitas criaturas, se nos sugirió que cambiásemos nuestros hábitos de descanso. Y así, los hábitos fueron trasformándonos a nosotros.

Ya nadie nos reconocía por nuestros nombres, pasaron a llamarnos idealistas, por buscar sueños en horas de vigilia, y aunque rotos, intentar salvarlos de la destrucción a la que estaban predestinados.

© ANÓNIMA MENTE

7 comentarios:

  1. Me gusta la metáfora, y la narración bien llevada.

    ResponderEliminar
  2. Precioso texto, Anónima, se va usted superando. Otros los llaman Locos... Y no importa el nombre seguirán siendo Soñadores!!
    Un abrazo despierto

    ResponderEliminar
  3. Que triste un mundo sin sueños... me apunto a la lucha de los idealistas.

    ResponderEliminar
  4. Idealistas, esa es nuestra esperanza.

    ResponderEliminar
  5. Aunque se acaben los sueños... ¡Seguiremos soñando! :]

    ResponderEliminar
  6. Me encantó! y ojalá su destrucción sea para renacer desde la práctica ideal.

    ResponderEliminar