domingo, 20 de junio de 2010

GOLPE

Apuraron el último cubata, se abrazaron para insuflarse ánimo, y montaron en el coche. Con la música a tope se lanzaron como posesos por las calles ignorando semáforos y demás señales de tráfico. Al llegar al sitio convenido se hizo el silencio. Aminoraron la marcha hasta asegurarse de que nada podía fallar: llegó el momento. Entonces aceleraron, pusieron el todoterreno al máximo de revoluciones y sólo cinco segundos después, tras un brutal impacto lograron su objetivo. A los pocos minutos disfrutaban de su particular paraíso con los bolsillos repletos de joyas y una nueva muesca en sus fichas policiales.

3 comentarios:

  1. No creo que tuvieran problemas en la aduana, ¿o sì?

    ResponderEliminar
  2. Tampoc tuvieron que pasarlo. Me da que se quedaron bastante más cerca.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Vaya, parecía otra cosa, y al final en vez de dos suicidas encontramos dos cacos. Nos has dado la vuelta!
    Muy bueno
    Un saludo

    ResponderEliminar