domingo, 20 de junio de 2010

EL MAR

Su primer recuerdo era estar ahogándose en el mar. Lo que le contaron involucraba a su madre, la playa, la idea de perennizar el momento con una fotografía, él y su madre dentro del mar. Nunca vio la fotografía porque ésta nunca fue tomada, el fotógrafo dejó caer el aparato cuando la ola se tragó a la mujer y a su hijo recién nacido. Mientras el fotógrafo y el padre corrían a su encuentro, en él se iba grabando aquel recuerdo. ¿Cuántos segundos pasaron? El recuerdo es monótono, pudieron haber sido minutos y la sensación sería la misma. Eso no justifica soñar el mar por veintiséis años, los segundos dilatados al punto de ser preferible seguir esperando aquella mano al rescate. Ni siquiera debería estar dormido. Tendría que evitar la corriente, tratar de respirar; en cambio, sueña con alguien tomando nota de su primer y único recuerdo. 

©Xavier Poicón

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