Caí en la cuenta del error cuando supe que todos eran cantantes y descubrí qué objeto empuñaban. Doblé la hoja en cuatro partes, la guardé en el bolsillo trasero del pantalón, y me fui sin tan siquiera despedirme.
domingo, 20 de junio de 2010
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ResponderEliminarYo no lo he pillado. Seré muy corto. Voy a seguir intentándolo.
ResponderEliminar??
ResponderEliminarNo lo cojooooo
ResponderEliminarUn escritor en medio de un coro... desubicado como chupete en la oreja, el muchacho. Buen microrrelato, me hizo mucha gracia, M.
ResponderEliminarVictor Lorenzo, me gusta ese lapsus que uno siente al haberse equivocado de lugar; un escritor en medio de cantantes...quien sabe igual les podía haber escrito alguna que otra estrofa, y todos tan amigos.
ResponderEliminarUn saludo!