Celebraban su cuarto aniversario y a los postres de la cena él le leyó un arrebatado poema de amor que había escrito para la ocasión.
Ella, con los ojos arrasados en lágrimas, le dijo que quería que se dieran un tiempo para replantearse su relación.
Él, con la generosidad que siempre había tenido con ella, le dio el resto de su vida.
Muy buen final.
ResponderEliminarEstos hombres!!!
ResponderEliminarsí, se ve que él siempre le dio bastante más de lo que ella pedía. Muy bueno
ResponderEliminarYa después quizás cambien de opinión.
ResponderEliminarMagnífico final.
Qué bonito, desde luego ese regalo de aniversario no se lo hacen a cualquiera.
ResponderEliminarMe ha encantado!