Luego de buscar en diversas librerías, al fin encontró el tan deseado libro: COMO EQUILIBRAR SU VIDA. Se lo llevó a su oficina y lo colocó bajo la pata coja de la silla.
domingo, 20 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESTO SE ACABÓ DE MOMENTO. ¡MENUDO VENDAVAL! GRACIAS A TODOS POR ESTAR AHÍ. UN FUERTE ABRAZO A TODOS, PABLO GONZ
Y seguro que funcionó.
ResponderEliminarEres mi idolo... Muy bueno. Equilibrando, equilibrando...
ResponderEliminarParafraseando a Quino...
ResponderEliminar"Todo sirve para algo... (Aunque nada sirve para todo)"
Muy bueno.
Héctor estás on FIRE! me gustan mucho tus cuentínimos, los leo con expectativa y siempre llega la sorpresa!
ResponderEliminarSólo sirven para eso jeje
ResponderEliminarBaizabal me ha quitado las palabras del teclado.
ResponderEliminarSu vida era una mesa coja
ResponderEliminarqué arte!!!
ResponderEliminarmuy bueno
ResponderEliminarcómo ha descendido el uso de los libros ja ja
noemí
¡Qué triste la vida de los libros que terminan como calzadores!
ResponderEliminarEquilibrada hasta la última palabra.
ResponderEliminarImpecable. Me gustó mucho.
ResponderEliminarJulia.
Cuánta ironía Héctor. Le saldrá más barato que una terapia, hasta que cojee de otro lado, jaja.
ResponderEliminarJajaja es buenísmo!
ResponderEliminar