Los otros cinco jugadores me están mirando con unos ojos en los que se mezcla el miedo y la avaricia. Encima del tapete hay el suficiente dinero como para dar de comer a una familia durante un año. Es mi turno. Tardo medio segundo en darme cuenta de que he perdido. He decidido que no volveré a jugar a la ruleta rusa nunca más.
domingo, 20 de junio de 2010
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Este es muy bueno. Haremos microcomentarios.
ResponderEliminarBuen final, sorprende al lector cn gentileza sin sacarlo del tema.
ResponderEliminarjajaja, al menos se dió cuenta...
ResponderEliminarMuy bueno. Sorprendente.
ResponderEliminarSiempre se puede aprender algo, aunque sea en el último medio segundo de vida!!! Jeje
ResponderEliminarGran perdedor.
ResponderEliminarMuy bueno, buen final.
ResponderEliminarQuién sabe si la próxima vez...
ResponderEliminarNunca es tarde... ¿o sí?
ResponderEliminar¿qué sucede aquí? ¿hay contagio? jajaja. El jugador y el marinero que escuchó a la sirena han tenido el mismo final. Me han gustado ambos.
ResponderEliminarHay decisiones tardías...y otras decisiones que son tomadas de "antemano", aunque el protagonista creía tener la decisión en su mano, me temo que esa bala le dejó hecho polvo.
ResponderEliminarBuen micro, has conseguido estirar ese medio segundo con palabras acertadas y rotundas.
Un saludo!
Ese "he decidido", aunque algo ambiguo, lo dice todo. Muy bueno. :)
ResponderEliminarEmpezó bien el Vendaval. Me gustó este micro.
ResponderEliminarMe resulta excelente este micro de Miguel. Tiene elegancia y fuerza, lo que a mi juicio debe reunir toda pieza literaria.
ResponderEliminarMi enhorabuena,
PABLO GONZ