La Casa de la Niña era una gran mansión envuelta en hiedra y rodeada por un gran jardín cuyo abandono lo había convertido en bosque. El tiempo borró de las memorias de la gente lo sucedido tras sus muros y el por qué de ese nombre. Lo que si era cierto es que aquel lugar provocaba una curiosidad que rozaba la fascinación. Sobre todo en los más pequeños, cuyas cabecitas se llenaban de posibilidades fantásticas y tenebrosas. Por eso, el grupo de crios aguardaba en uno de los maltrechos bancos de piedra. Hacía horas que por medio de sorteo decidieron quien sería el valiente encargado de entrar en el sitio misterioso. Al anochecer, desesperados, no tuvieron más remedio que regresar a sus casas. Lamentaron tener que dejar allí a la niña.
Se han juntado seguidos dos micros de terror, qué casualidad.
ResponderEliminarTodo un desafío, la minificción de este género.
Abrazo tembloroso
cuando se mezcla el terror, los espiritus con los niños el resultado es que se me pone la carne de gallina.
ResponderEliminarUn saludo!
He querido jugar con los elementos que comentáis y con una realidad circular. La casa de la niña, donde nadie sabe lo que ha pasado, donde posteriormente se queda una niña.
ResponderEliminarUn abrazo NiñoCactus y Anónima
Muy potente, Torcuato. Me gustó mucho la ambientación. La resolución es sencilla e impactante. ¡Qué mundo de juegos acaba de abrirse para esa niña! Me gusta cuando un micro logra que cambiemos nuestro punto de vista como lectores. Enhorabuena, lo consigues certeramente.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ