El padre oye que algo se arrastra en la azotea, se asoma a la ventana y ve a su hijo con el viejo barbón alejarse en el trineo. Ahora sabe quién era ese tal Noel a quien tanto escribía su hijo.
domingo, 20 de junio de 2010
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La culpa la tiene el reno rudolffff
ResponderEliminarMuy bueno! un giro ideal para la historia clásica.
ResponderEliminarMuy divertido, Baizabal. Otro micro de los que se alojan en nosotros para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ