EL CUENTACUENTOS CONTABA HISTORIAS EN LA PLAZA Y SIEMPRE EMPEZABA DEL MISMO MODO:
- TODOS LOS CUENTOS SON DEL COLOR QUE UNO LOS PINTA. LOS HAY AZULES, BLANCOS, NEGROS, AÑILES, VIOLETAS… MI CUENTO LLEVA COLOR DE LOS OJOS DE LA GENTE SENCILLA Y SONIDO DE LA RISA ENTRE LAS OLAS DEL MAR.
AQUEL DÍA SIN EMBARGO, MIENTRAS LOS VENCEJOS VOLABAN ALREDEDOR DE LA TORRE DEL CAMPANARIO, ALGO CAMBIO EN SU CORAZÓN. LA PENA ANIDO EN SUS PALABRAS:
- LAS HISTORIAS NO TIENEN COLOR CUANDO LOS OJOS DE QUIEN CUENTA Y DE QUIEN ESCUCHA LLEVAN ESCRITO LA HIPOCRESÍA EN EL ALMA.
ESE DÍA DECIDIÓ HACERSE BANQUERO Y EL SOL NO VOLVIÓ A BRILLAR JAMÁS EN LA PLAZA DEL PUEBLO. LAS CIGUEÑAS VOLABAN PLACIDAMENTE EN EL CIELO. EL MIEDO A NO TENER HABÍA MATADO LA VERDAD QUE LLEVABA DENTRO.
Genial, Manolo, poeta y payaso, como siempre.
ResponderEliminarUna metáfora atrayente
ResponderEliminarTan terrible el virus del miedo... Es capaz de eliminar cualquier color y hacernos creer ciegos. Precioso.
ResponderEliminarQue mala es la ambición...(y el dinero)
ResponderEliminarEl frío se coló por mi ordenador. Terrible micro, bien llevado.
ResponderEliminarEl origen de las crisis existenciales se debe a veces al miedo, a la hipocrsía y otras aves carroñeras que nos quitan la ilusión. Siempre he pensado que los cuentacuentos son personas de colores alegres y en su camaleonica escenificación, no tiene cabida el negro de la desilusión.
ResponderEliminarTu micro es sensacinalmente desgarrador en tanto en cuanto nos recuerda que todos podemos ser presas de esas aves...aunque yo no me metería a banquera, si no es de letras (escritas, no de las otras)
Enhorabuena por tu micro.
Un saludo!
Triste. No dejemos que se nos mueran los colores, ni que se nos pierda la mirada, para seguir contando y que haya quien pueda escucharnos, aunque tengamos que hacerlo en el Banco
ResponderEliminar