―Era una noche calurosa, embelesada por la luna dormí con la ventana abierta. Meses después naciste tú.
La niña sacó la cabeza de entre las manos de mamá que la peinaba, y la miró tiernamente.
―¿Entonces mi papá es la luna? –balbució emocionada.
―Claro que no, mi amor. Ella era alcahueta. Debe ser el fauno que a veces merodea por el jardín –acaricia los cuernecillos incipientes que estorban su peinado, el pelo hirsuto de su pequeña-. Pero basta de charla que llegarás tarde a la escuela.
Tierno y divertido. Me gustó y me gusta.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminar¡Qué hermoso! Me encantan los micros mitológicos. Muy bueno
ResponderEliminarLa niña se fue con falda al colegio??
ResponderEliminarElisa, Avelino, Mariángeles, Jesus y Torcuato.
ResponderEliminarLa mitología grecolatina nada para mucho, hasta para la realidad.
Mi afecto.
Como para dejarse la ventana abierta!, menudo regalito con cuernos y todo.
ResponderEliminarBuen micro, me ha gustado mucho
Destaco de este micro la riqueza del vocabulario y la precisión de la prosa. Un texto muy interesante.
ResponderEliminarSaludos,
PABLO GONZ